El acompañamiento espiritual de los terapeutas se lleva a cabo en el marco de la Presencia Terapéutica que viven durante el encuentro Psicoterapéutico. En sus últimos años de vida, Carl Rogers, psicólogo fundador de la corriente Humanista, manifestó que la Presencia es el fundamento de las tres condiciones básicas del terapeuta: empatía, congruencia y aprecio positivo incondicional. La Presencia es la condición englobante que permite que éstas sean expresadas.
Acompañar a otra persona íntegramente, supone adentrarme en mis propias capas de profundidad y en las del otro. Emocionarme con el otro, sentirle en mi interior, sin perderme a mí mismo. Escucharle, escucharme y escuchar la inspiración, la intuición, al tiempo que vemos cómo se despiertan nuestras propias heridas latentes y escondidas. Es un gran reto. Es un viaje de los dos que nos adentra en nuestro propio viaje a la profundidad y también a la transcendencia. SARA PONS
Esta formación aporta un modelo teórico y principalmente práctico de Presencia Terapéutica, que permita a los terapeutas integrar este tipo de Presencia y acompañar así profunda y espiritualmente a los pacientes.
La formación se realizará en 14 horas, durante un fin de semana de viernes tarde, sábado todo el día y domingo mañana. Se ofrecerá la opción de alojamiento (a contratar aparte) para los alumnos que lo requieran.
Las sesiones posteriores de supervisión individual durante 3 meses, se acordarán según la necesidad y disponibilidad del alumno.
Se explicará el marco teórico de la Presencia Terapéutica, de acuerdo con los cuatro elementos identificados por Carl Rogers, y el modelo de Geller & Greenberg (York University, Toronto, Canadá). Mediante casos prácticos reales, se practicarán los diferentes niveles, elementos, etapas de la presencia, y la herramienta de exploración interna. Se trabajará también con las propias experiencias de los asistentes en el acompañamiento terapéutico en su aspecto de profundidad y espiritualidad. El objetivo es que los terapeutas al finalizar esta formación puedan haberlos integrado en su interior, no de forma únicamente teórica, sino principalmente práctica que les permita de inmediato llevarlos a cabo en los encuentros terapéuticos con sus clientes.
Se recomienda, al finalizar la formación, 3 sesiones individuales durante 3 meses para garantizar la completa integración de las herramientas y contenidos del curso en la atención a los pacientes.