Me llamo Sara Pons. Soy madre de tres fantásticos hijos. Mi formación inicial es de Licenciada en Derecho, aunque mi vocación personal siempre ha sido acompañar a personas que atraviesan momentos de sufrimiento, formándome profesionalmente para ello durante años. A lo largo de 25 años he trabajado como consultora, conferenciante nacional e internacional, y como ejecutiva en una empresa multinacional. Hace 10 años mi vida cambió completamente y me ví obligada a vivir continuas pérdidas relacionadas con mi familia y con mi trabajo previo. He vivido muchos momentos, en los que creí que ya no tenía más fuerzas para afrontar tanta incertidumbre y tanto dolor. Haber recorrido estas situaciones límite, me ha permitido estar en una etapa serena de mi vida, con una profundidad, paz y alegría, que no siempre, pero la mayor parte del tiempo, permanecen en mi interior. Cuando miro atrás, me doy cuenta de que pronto no podré reconocer mi vida anterior. Estoy feliz de haber podido convertirme en la persona que soy y poder vivir ahora la vida que siempre he querido vivir, aunque para ello el camino no haya sido fácil.
En la actualidad me siento afortunada por llevar a cabo mi vocación en la vida. Trabajo en la Fundación Sanitaria Mollet como Responsable de Atención Espiritual (laica), atendiendo el sufrimiento de las personas enfermas hospitalizadas, sus familiares y los profesionales sanitarios; y realizando formaciones internas en atención emocional y espiritual para profesionales.
Comparto este trabajo con consulta privada donde realizo acompañamientos en sesiones individuales presenciales o online, a personas que puedan necesitarlo en cualquier etapa de su vida. También atiendo a profesionales sanitarios en su distress por el contacto diario con el sufrimiento de sus pacientes en contextos de alta carga laboral.
Realizo también formaciones en acompañamiento emocional y espiritual para Universidades, Hospitales, Asociaciones y Fundaciones; con el objetivo que profesionales sanitarios actuales o futuros, voluntarios, terapeutas, familiares y amigos, puedan conocer las herramientas de acompañamiento emocional y espiritual y atender así a otras personas que estén sufriendo.
Mis inicios fueron acompañando a personas con enfermedades terminales y a sus familiares. De ellos aprendí todo lo que sé y sigo aprendiendo diariamente a su lado. De sus enseñanzas y de los acompañamientos extraordinarios que vivo a su lado, he extraído herramientas que ahora ofrezco al acompañar a personas con sufrimientos de todo tipo. A lo largo de los últimos diez años, he tenido el honor inolvidable de acompañar a personas valientes, con enfermedades terminales, facilitando que puedan tener paz y serenidad en su proceso de final de vida. Valientes porque han vivido tantas y tantas pérdidas, y que finalmente lo perdieron todo para poder ganar serenidad y paz que dejaron a su alrededor, como un regalo, a sus familiares y amistades. También durante estos años, los familiares y amigos me han solicitado que pueda acompañarles en su propio proceso personal, por el impacto de la enfermedad o por otras cuestiones personales de sus propias vidas.
Personalmente no profeso ninguna religión ni creencia en particular, acompaño con todo el respeto a personas creyentes de diferentes religiones y también a personas ateas. Con estos acompañamientos ofrezco lo mejor de mí misma, en encuentros en los que se comparte la profundidad, la paz, la serenidad y la ternura, y, sorprendentemente, ¡el humor! Estoy convencida que cualquier persona puede acompañar a otra, aportando con su presencia, profundidad, paz y ternura.
Colaboro también con varias instituciones no lucrativas para que personas de todas las edades y situaciones económico-sociales puedan tener acceso a estos acompañamientos. En el apartado de amigos podréis conocerlas.
He recibido formaciones específicas a nivel nacional e internacional para que estos acompañamientos puedan tener el rigor y la profesionalidad que las personas merecen.