Pep Casas. 43 años. Agente de Bolsa.

Solicité acompañamiento porque había dejado una relación un poco traumática con una persona, que en el peor momento en el que estaba, se apartó de mí. No quería volver con esa persona, pero me sentía enganchado a ella.  Había probado muchas cosas para romper este enganche, pero funcionaban uno o dos días máximo, y luego volvía a ser peor. No estaba muy convencido de probar un acompañamiento porque ya había probado muchas cosas.

El acompañamiento me aportó mucha paz y tranquilidad. Me sentí en contacto conmigo mismo. Estoy muy agradecido. A día de hoy, en algún momento pienso en esa persona, pero ya no siento el enganche.

Valoro cómo se hace el trabajo de acompañamiento desde el corazón. Hace que todo funcione y en poco tiempo haya un cambio espectacular.